Los merengues son un clásico en la cocina y una fuente de sabor y alegría para los paladares más exigentes. Esta delicia dulce se ha convertido en un favorito para los postres del hogar y es ideal para cualquier ocasión. Los merengues tienen muchas variedades y sabores, cada uno con una textura y una apariencia diferente. Esto hace que sea una elección versátil para cualquier tipo de postre. A continuación, se detallan los principales tipos de merengues que existen.
Merengue Suizo
El merengue suizo es uno de los más populares y se puede encontrar en la mayoría de los restaurantes y heladerías. Está hecho de claras de huevo y azúcar, batiéndose hasta que se forme una consistencia firme y esponjosa. Esta forma de merengue generalmente se usa como un relleno para tartas, también se pueden hacer pequeñas galletas con él. Estas se emplean como acompañamiento para postres o como adorno para tartas y platos.
Merengue Italiano
El merengue italiano se diferencia del suizo en que se hace con una base líquida caliente. Esta consiste en un almíbar hecho con azúcar y agua que se calienta hasta una temperatura de 115°C. Se agregan claras de huevo y se bate hasta obtener la textura deseada. El merengue italiano se usa para rellenar tartas, rociar sobre los pasteles y como capa superior para algunos postres.
Merengue Francés
El merengue francés se hace con claras de huevo y azúcar, pero con una consistencia ligeramente más firme que el suizo. Esto se debe a que se añade una cucharada de agua fría antes de empezar a batir los ingredientes. Esta clase de merengue se usa para decorar pasteles y tartas, también se emplea como base para algunos helados. Estos merengues pueden tomar la forma de conos, nubes, corazones, etc.
Merengue de Limón
Este es uno de los más conocidos y también uno de los más fáciles de preparar. Se hace con claras de huevo, azúcar y el zumo de un limón. Se bate hasta lograr una consistencia firme y luego se espolvorea con azúcar glass para decorar. Estos merengues se emplean para rellenar tartas, como capa superior para pasteles y también se pueden usar para hacer barquillos.
Merengue Polaco
El merengue polaco es una clase de merengue muy ligero y esponjoso, que se hace con claras de huevo y azúcar. Se bate la mezcla hasta que se formen espumas, luego se agregan almíbar y se sigue batiendo hasta obtener la consistencia deseada. Esta clase de merengue se emplea para decorar tartas, pasteles y helados. También se usa para hacer postres como el mousse de merengue, el cheesecake de merengue y el merengue con frutas.
Merengue de Chocolate
El merengue de chocolate es una variante del merengue suizo, pero con un sabor a chocolate. Se hace con claras de huevo, azúcar y cacao en polvo. Se bate la mezcla hasta lograr una consistencia firme y luego se espolvorea con azúcar glass. Esta clase de merengue se usa para rellenar tartas, pasteles y helados. También se puede usar para hacer barquillos y rellenarlos con crema pastelera.
Merengue de Café
Este es un tipo de merengue hecho con claras de huevo, azúcar y café líquido. Se bate hasta obtener una consistencia firme y luego se espolvorea con azúcar glass. Esta clase de merengue se usa para rellenar tartas y pasteles, también se puede usar para hacer una cobertura para helados. El merengue de café es una alternativa ideal para aquellos que buscan un postre con un toque de sabor a café.
En conclusión
Los merengues son un clásico en la cocina y existen muchas variedades para satisfacer los gustos de cada uno. Desde los clásicos merengues suizos y italianos hasta los más exóticos como el merengue de limón, el merengue de chocolate y el merengue de café. Cada uno con una textura y un sabor diferente, lo que los hace ideales para muchos tipos de postres. Así que si te gusta la cocina, ¡anímate a probar todos los merengues y disfruta de este delicioso y versátil postre!
Merengue Suizo
El merengue suizo es una variedad de merengue que se realiza albañilando claras de huevo a punto de nieve con azúcar. Esta mezcla se coloca en una manga pastelera y se empieza a formar en el recipiente en donde se desea servir. El merengue suizo se cocina a baja temperatura en el horno para conseguir un resultado suave y esponjoso. Este tipo de merengue se suele utilizar como base para tartas y postres de fruta.
Para preparar el merengue suizo se necesitan 2 claras de huevo, 1/4 de taza de azúcar y 1/2 cucharadita de vinagre blanco. Se coloca la mezcla en una manga pastelera y se comienza a mezclar con una batidora a velocidad media. Mientras se mezcla, se agrega lentamente el azúcar para evitar que las claras se bajen. Una vez que se obtiene una mezcla homogénea y espumosa, se procede a colocarla en el recipiente en donde se desea servir.
A continuación, se prende el horno a una temperatura de 140°C-150°C para luego colocar el recipiente con el merengue. Se debe mantener el horno abierto durante toda la cocción para que el aire no se caliente en exceso y se evite que el merengue se queme. La cocción debe ser de aproximadamente 1 hora, durante la cual se debe ir removiendo el merengue para ayudar a su cocción uniforme.
Una vez listo, el merengue suizo debe tener una textura suave y esponjosa, además de un color dorado. Se puede decorar con frutas o cremas para servirlo como postre o acompañar una tarta.
Merengue Francés
El merengue francés es una variedad de merengue que se realiza albañilando claras de huevo a punto de nieve con azúcar. Esta mezcla se coloca en una manga pastelera y se empieza a formar en el recipiente en donde se desea servir. El merengue francés se cocina a alta temperatura en el horno para conseguir un resultado crujiente y nítido. Este tipo de merengue se suele utilizar como una forma decorativa para tartas y postres.
Para preparar el merengue francés se necesitan 2 claras de huevo, 1/2 taza de azúcar y 1/2 cucharadita de vinagre blanco. Se coloca la mezcla en una manga pastelera y se comienza a mezclar con una batidora a velocidad media. Mientras se mezcla, se agrega lentamente el azúcar para evitar que las claras se bajen. Una vez que se obtiene una mezcla homogénea y espumosa, se procede a colocarla en el recipiente en donde se desea servir.
A continuación, se prende el horno a una temperatura de 175°C-180°C para luego colocar el recipiente con el merengue. Se debe mantener el horno cerrado durante toda la cocción para que el aire se mantenga caliente, lo cual ayudará a conseguir un resultado crujiente. La cocción debe ser de aproximadamente 30 minutos, durante la cual se debe ir removiendo el merengue para ayudar a su cocción uniforme.
Una vez listo, el merengue francés debe tener una textura crujiente y nítida, además de un color blanquecino. Se puede decorar con frutas o cremas para servirlo como postre o acompañar una tarta. También se puede agregar un poco de colorante alimenticio para darle un toque de color.
¡Así que ya sabes! Si quieres probar una receta de merengue pero no sabes cuál elegir, ¡no hay problema! Te hemos presentado cinco tipos diferentes, para que elijas el que más se adapte a tus gustos. ¡Pruébalos y no olvides compartir tus resultados con tus amigos en las redes sociales!
