Ingredientes
- 200g de galletas tipo maría
- 100g de mantequilla
- 4 huevos
- 150g de azúcar
- 150ml de nata líquida
- 500g de queso fresco asturiano
- 1 limón
- 2 cucharadas de harina
Preparación
- Triturar las galletas y mezclarlas con la mantequilla derretida.
- Extender la mezcla en el fondo de un molde desmontable y reservarlo.
- Batir los huevos con el azúcar hasta conseguir una mezcla espumosa.
- Añadir la nata líquida al huevo y mezclar.
- Incorporar el queso fresco asturiano a la mezcla y mezclar hasta conseguir una crema homogénea.
- Añadir el zumo de limón y la harina a la mezcla, mezclar y reservar.
- Verter la mezcla de queso sobre la base de galletas y hornear durante 30 minutos a 180ºC.
- Una vez horneada, dejar enfriar y servir.
Ingrediente 1: Queso Asturiano
El queso Asturiano es uno de los ingredientes más importantes para la elaboración de la tarta de queso asturiana. Se trata de un queso curado, con un sabor intenso y fuerte. Se caracteriza por su textura firme y consistente. Puede tener un color amarillo oscuro, debido a la presencia de la grasa de la leche de vaca y algunos minerales. El queso Asturiano se obtiene a partir de la leche de vaca, que se fermenta a partir de los microorganismos propios del queso y del propio entorno. Esta leche se somete a un proceso de maduración que dura entre 3 y 9 meses.
El queso Asturiano es salado y puede tener un sabor ligeramente ácido. Esto es debido a la presencia de proteínas, grasas, lípidos y minerales. Estas son las características que contribuyen al sabor intenso y característico del queso. También es rico en nutrientes, como calcio, fósforo y otros minerales. El queso Asturiano es un alimento saludable y nutritivo.
Además de ser un ingrediente clave para la elaboración de la tarta de queso asturiana, el queso Asturiano también es un ingrediente importante en muchas otras recetas. Se puede usar para hacer panqueques, postres, salsas y mucho más. Es un queso versátil y delicioso que se puede usar para una variedad de platillos.
Ingrediente 2: Huevos
Los huevos son un ingrediente clave en la elaboración de la tarta de queso asturiana. Son una fuente importante de proteína y contienen altos niveles de colina, un nutriente importante para el correcto funcionamiento del cerebro. El huevo también es una fuente de vitaminas, minerales y otros nutrientes esenciales.
Los huevos se utilizan en la tarta de queso asturiana para darle textura, sabor y un ligero color amarillo. Los huevos se separan en claras y yemas. Las claras son las partes más claras del huevo, mientras que las yemas son las partes más oscuras. Las claras se usan para aportar volumen a la tarta, mientras que las yemas se utilizan para aportar color, sabor y textura.
Para preparar la tarta de queso asturiana, se necesitan 4 huevos. Los huevos se deben batir con un tenedor hasta formar una mezcla homogénea y sin grumos. Luego, se agregan al resto de los ingredientes y se mezclan bien para obtener una masa suave y homogénea. La masa se debe amasar hasta que quede lisa y sin grumos. Una vez lista, se vierte sobre la base de la tarta y se hornea hasta que adquiera un color dorado.
La mezcla de huevos y demás ingredientes contribuye a que la tarta tenga un sabor único y delicioso. Los huevos también contribuyen a que la tarta tenga una textura suave y esponjosa, perfecta para disfrutar como postre.
Tarta de Queso Asturias: una decoración sencilla pero elegante
Decorar una tarta de queso asturiano es una tarea muy sencilla, pero no por ello hay que dejar de lado la elegancia. Existen varias maneras de lograr una decoración bella y original. Una de ellas es añadiendo frutas frescas. Frutas como mandarinas, moras, fresas o frambuesas son ideales para esta tarta. Estas frutas también le aportan un toque ácido que va muy bien con el dulzor del queso. Otra opción es decorar la tarta con frutos secos. Nueces y avellanas son los más adecuados, ya que su sabor se acentúa con el queso y aportan un contraste de texturas. Finalmente, otra forma de decorar la tarta de queso asturiana es con virutas de chocolate. Estas dan un toque dulce a la tarta, pero hay que tener cuidado de no pasarse, ya que el contraste entre el chocolate y el queso podría ser demasiado intenso.